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viernes, 5 de septiembre de 2014

Cerrando puertas

¿Le ha ocurrido alguna vez que hay algo en su cabeza del pasado, que le ronda y le ronda y no sabe cómo solucionarlo? Tiene dos opciones: O se enfrenta a ello y ata todos los cabos suelto,s o lo sepulta para siempre, dejando que ello se ponga de nuevo en su camino, sin usted buscarlo.
Si ha elegido lo primero tiene que tener en cuenta varias cosas, que esos cabos los pueda atar, que si los ata no se van a volver a desatar, y que en el momento de pelar los cables no se va a hacer daño, pues puede que le abra la llaga que estos le provocaron en el momento del latigazo. Si elige lo segundo, no le diré enhorabuena, ya que no pasará por el dolor de nuevo, aunque se quedará siempre con la duda de si lo pudo mejorar. Si se concentra en una vida nueva, con el pasado enterrado, vendrán los nuevos aires, pues sobre lo sepultado, siempre va a crecer nueva vida, y de usted depende si la riega, la deja secar, la arranca o la poda. En mi opinión lo mejor es regar y podar, para tener unas raíces fuertes que se coman el pasado...

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